Castillos de Palencia
Baltanás. Murallas
Infografía del trazado de la segunda muralla

De la antigua muralla que circundaba la villa sólo queda el recuerdo a través del nombre de la calle Las Rondas. Se sabe que, al menos, tenía tres puertas denominadas de El Sol, junto a la plaza Escorraladas y cerca de las calles del Sol y Rondas; Barriuso o Barriulo, junto a la plaza Campillo; y La Fragua, que estaba situada al final de la calle de las Carnecerías. Debió estar construida de tapial, no ser muy robusta y desprovista de toda defensa, además de contar con varios portillos.

Disponía de un único recinto que en­globaba el castillo y cuyo trazado aún se puede intuir viendo un plano o vista aérea de la localidad. Las calles principales que atraviesan la localidad permiten deducir donde se ubicaban los accesos ya que comunicaban las puertas entre sí. También se puede apreciar algún tramo de las rondas interiores, calles paralelas a la muralla que discurrían por el interior de la población, y la mencionada calle Las Rondas que la recorría por el exterior.

Infografía del trazado de la primera muralla

Seguramente existió una primera cerca de tamaño más reducido que estaría com­prendida por las actuales calles de la Iglesia, San Millán, las Escobas y Cantarranas, dejando fuera de este recinto la propia iglesia y es muy probable que esta fuera la muralla que tenía Baltanás cuando en 1475, durante la guerra por la sucesión de Castilla, fuera asaltada por las tropas del Rey de Portugal que estaba casado con Juana "La Beltraneja" buscando acabar con el Conde de Benavente que estaba del bando de Isabel de Castilla y le hostigaba desde esta localidad.

Según le indican al Rey de Portugal "tenía la cerca flaca y en muchas partes aportillada, e sin ningún andamio ni otro aderezo de defensa" por lo que sus tropas atacan la muralla por ocho puntos a la vez y, después de dos intentos fallidos al ser rechazadas una vez dentro, finalmente consiguen entrar y apresar al conde y otros caballeros de le acompañaban tras casi un día de combate.

Alonso Fernández de Palencia describe la cerca como "tapias de tierra, desprovistas de toda defensa".