La iglesia de Santa María del Castillo destaca desde su posición sobre la villa. Obra gótica del siglo XVI, esta declarada desde 1977 Monumento Histórico Artístico Nacional. Destacan en su interior varias bóvedas estrelladas, el Retablo Mayor renacentista, con imagen de la patrona de la localidad, la Virgen del Castillo, del siglo XIV.
Dentro de la capilla de Santa Ana se encuentra la magnífica tabla flamenca de “La Adoración de los Reyes”, realizada por Juan de Flandes en 1495, enmarcada por un retablo hispano-flamenco.
Existen numerosas casas solariegas que poseen escudos en sus fachadas, entre las que destaca la “Casa de los Leones”, del siglo XVII, con dos grandes blasones flanqueados por sendos leones rampantes, alberga en su interior varios servicios municipales, incluida la Oficina de Turismo.
El Palacio de los Gil, también del siglo XVII, esta situado en la subida a la iglesia parroquial. El edificio que perteneció al Conde de Cervellón, es empleado como Casa de la Cultura y conocido popularmente como “La Casona”.
En la plaza de Ángel Gómez de Iguanzo se encuentra la ermita barroca de la Cruz, del siglo XVIII. También en esta plaza, conocida popularmente como de la Cruz, se encuentra la casona de los Gutiérrez de Mier de finales del XV, con varios escudos que adornan su fachada. En su interior se ha instalado el Museo Etnográfico Piedad Isla, donde se puede se puede conocer la vida tradicional de la gente de la montaña a través de los utensilios, enseres y objetos que formaban parte de su vida cotidiana.
Cerca se encuentra la Casa Cantarranas (Museo de arquitectura y etnografía rural) y la Casa del Parque Natural Fuentes Carrionas y Fuente Cobre - Montaña palentina.
También, mencionar los soportales de la calle y plaza Mayor, con columnas de piedra y capiteles construidos en los siglos XVI y XVII.
Cerca de la villa, en el camino que conduce a Vado, se encuentra la ermita rupestre de San Vicente, junto a la que se encuentra la necrópolis, fechada entre los siglos VIII y XI, en la que se han descubierto 20 tumbas, la mayoría antropomorfas, excavadas en la piedra.
Pudieron formar un pequeño complejo monástico, que mantuvo su uso como ermita hasta el siglo XIX en que se abandona.