Castillos de Palencia
Paredes de Nava. Historia
Santa Eulalia

Por los restos arqueológicos encontrados, se sabe que en el paraje conocido como "La Ciudad" estuvieron asentados los vacceos y, posteriormente, los romanos, pudiendo ser, según algunos autores, la ciudad vaccea de Intercatia.

En el año 947, en el testamento del conde de Monzón, se alude por primera vez a la localidad de Paredes, aunque ya antes, en el 906, un documento menciona la iglesia de Santa María, predecesora de la actual ermita de Carejas.

Tras la repoblación, Alfonso VII la otorga varios fueros en los años 1128, 1129, 1130 y 1134 para estimular la llegada de nuevos colonizadores. En 1174 es señor de la villa Fernando Núñez de Lara, que con la subida al trono de Fernando III se ve obligado a reintegrarla a la Corona para congraciarse con el favor real. Pasa posteriormente a poder de la familia Castro, a la Orden de Calatrava y a la casa de Vizcaya.

En 1289, durante la minoría de edad de Fernando IV, el infante don Juan intentando hacer valer los derechos sucesorios de su mujer, María Díaz, hija del fallecido señor de Vizcaya, se rebela contra María de Molina, apoderándose de Paredes de Nava, lo que obliga a la regente a cercar la villa. Tras llegar a un acuerdo sobre el señorío de Vizcaya, se otorga la localidad a María Díaz, pasando por herencia a su hijo y tras la muerte de este en 1326, se incorpora a la Corona.

Ayuntamiento

Como lugar de realengo aparece en 1351 en el Becerro de las Behetrías. El rey recibe 3.600 maravedís por marzadga, 1.600 por escribanía, 600 por yantar, 400 por merindad y 50 por portazgo. También le pagan por servicios y monedas, aunque no fonsadera al estar obligados a hacer una serna mensual con los bueyes en sus heredades. Asimismo, la judería aporta anualmente 18.000 maravedís.

Enrique II concede el señorío a su cuñado Felipe de Castro, que muere en 1371 a manos de los vecinos tras una sublevación, lo que motiva un severo castigo por parte del rey y del noble Pedro Fernández de Velasco.

Pedro Manrique recibe la localidad en 1429, pasando en 1440 a su hijo Rodrigo, padre del famoso poeta Jorge Manrique y primer conde de Paredes de Nava por merced del rey Juan II en 1440. A mediados del siglo XV nace el pintor Pedro Berruguete y en 1490 su hijo Alonso, pintor y escultor.

Durante el levantamiento comunero, la villa se muestra favorable al mismo colaborando con el mantenimiento del ejército del obispo Acuña, aunque más tarde, para evitar tener que pagar contribuciones de guerra, también ofrecen cantidades de grano para el ejército real que combatía a los franceses en Logroño.

Homenaje a Jorge Manrique

La peste que asola Valladolid en 1527 hace que el Emperador Carlos V se traslade a Palencia, repartiéndose el séquito real por los pueblos de los alrededores, correspondiendo a Paredes de Nava acoger a los embajadores extranjeros.

Un año más tarde, hay 989 vecinos en la localidad que pagan 166.810 maravedís en concepto de servicio.

En el Censo Eclesiástico de 1589, Paredes es cabecera de un arciprestazgo y cuenta con un total de 855 vecinos, que repartidos por parroquias, aparecen 385 en San Salvador, 187 en San Juan, 154 en Santa María y 129 en San Martín. Dos años más tarde, el Censo de Población refleja 985 vecinos, de los que 904 son pecheros, 20 hidalgos y 61 pertenecen al clero secular.

Más adelante, el Censo de la Sal, confeccionado en 1631, indica la existencia de 665 vecinos, 2.908 personas, así como 28 cabezas de ganado mayor y 5.950 de ganado menor.

El vecindario en 1712 lo forman 209 vecinos, 59 viudas que son contadas como medio vecino, y 169 pobres. Además de 13 mendicantes y 14 hidalgos. A mediados de siglo el número de vecinos asciende a 700 y el casco urbano esta formado por 698 casas habitables, 99 inhabitables y 67 solares.

Casa Bedoya - Dueñas

Aparece en el Censo de Floridablanca, de 1787, con una población de 1.913 varones y 2.013 mujeres. Por ocupaciones, se reparten en 492 jornaleros, 83 artesanos, 78 criados, 75 labradores, 24 estudiantes, 10 militares, 3 empleados reales y escribanos, y otros 4 de profesiones varias. Asimismo, figuran 17 hidalgos y dentro de los eclesiásticos hay 33 beneficiados, 5 tenientes de cura, 8 sacristanes y 4 de órdenes menores.

Mediado el siglo XIX cuenta con una población de 6.014 almas, equivalentes a 1.136 vecinos, de los que 983 son pecheros. En el casco urbano se ubican 800 casas.