Escasos son los restos que se conservan del castillo de Santa Rosa. Se encuentran en el término municipal de Tabanera de Cerrato, en un espigón del terreno a 1.300 metros situado al Norte de la localidad, con ligera desviación Este, en el pago denominado Santa Rosa, cerca del arroyo Madre.
Se trata de una pequeña torre de planta rectangular en la que el muro Norte ha desaparecido, se conservan unos 4,20 metros del lienzo Este, mientras que el situado al Sur con 6,45 metros es el único que conserva su longitud completa. Por su parte del muro Oeste aún mantiene en pie 1,80 metros, aunque se aprecia por el zócalo que le servía de base que alcanzaba los 5,15 metros. La máxima altura que de estas ruinas en encuentra en el lienzo Sur, donde alcanza los 3,5 metros.
Los muros, con un grosor de unos 67 cm., están construido con piedra de sillarejo con algo de mampostería en su interior. Carece de sillería que pudieran reforzar las esquinas.
Es posible que la torre estuviese rodeada por una sencilla muralla, similar lo que ocurre con los restos del cercano castillo de Valdecañas de Cerrato.
La fortificación sirvió de defensa a la localidad de Ornejo, que se situaba a 200 metros al sur, que ya es mencionada en el año 1068 como "Valle Ornelio" incluida en el alfoz de Palenzuela. Poco después aparece en el fuero otorgado por Alfonso VI a Palenzuela en 1074, formando parte de las aldeas de su término con el nombre de "Orneyo".
A mediados del siglo XIV, en el Becerro de las Behetrías figura como "Oyuejo" entre Tabanera de Cerrato y Villahán, pertenece al obispado de Burgos, y es lugar de behetría de Lope Rodríguez de Villalobos, que tiene por naturales los parientes del solar de Villamayor. Pagan al rey servicios y monedas, mientras que al señor 200 maravedís por martiniega, 30 por yantar, y por "fumo" 4 celemines de cebada, 2 de trigo y media cántara de mosto, mientras que la localidad de Tabanera es término de Palenzuela junto con la que pagan servicios y monedas.
En 1396 el Obispo de Burgos ordena a los curas y beneficiados de Ornejo que paguen al Cabildo los "frutos granados y menudos" del préstamo que tenía de la iglesia de Burgos, como consecuencia de una permuta realizada con el racionero de la S.I. Gonzalo García. Posteriormente el prelado agrega el préstamo a la mesa capitular en 1401.
Por Real Cédula expedida en Segovia el 24 de enero de 1475, la reina Isabel la Católica impone una contribución de 335.223 maravedís a los puebles de la Merindad de Cerrato, correspondiendo a Ornejo el pago de 1.927 maravedís. En esa fecha el lugar es de Ruy González de Castañeda.
No aparece recogida la localidad en los datos censales de la provincia de Valladolid confeccionado en 1526, donde si aparece Tabanera con 68 vecinos. Tampoco se la incluye en la relación de 1588 de las localidades del Arciprestazgo de Palenzuela, ni en el censo de 1591. Por su parte el número de vecinos de Tabanera es de 140 en el primer caso y 130 en el segundo (de los que 126 son pecheros y 4 clérigos)
En 1631 se indica la existencia de 120 vecinos en Tabanera y una ganadería formada por 70 cabezas de ganado mayor y 2.000 de menor. Quince años más tarde figura en el Partido de Palencia con 30 vecinos, y en 1712 en la provincia de Valladolid con una población formada por 23 vecinos pecheros, 2 viudas que también pechan y un pobre de solemnidad, sin censarse ningún hidalgo en la localidad.
Según los datos que figuran en el Catastro de Ensenada, confeccionado en 1752, la villa es de señorío aunque hay pleito entre la Duquesa de Alba y el Conde de Benavente sobre a quién pertenece, teniendo este último la administración de la villa por encargo del Real Consejo por lo que percibe anualmente los 500 reales en que se encuentran encabezadas las alcabalas de la localidad.
La población la forman 80 vecinos, todos del estado general, y cuenta con 80 casas habitables y otras 20 arruinadas o inhabitables, sin pagar nada por el establecimiento del suelo.
Se conoce la existencia de cuatro cofradías en 1771, la de la Santa Vera Cruz, Nuestra Señora de la Concepción, Nuestra Señora del Remedio y la de Ánimas Benditas, siendo esta última la que más rentas y gastos realiza.
Como villa de señorío secular, con alcalde pedáneo, intendencia de Valladolid y partido de Palenzuela figura en el censo de 1787. La población la forman 454 habitantes, entre los que hay 235 hombres y 219 mujeres. Por ocupaciones hay 80 jornaleros, 40 labradores, 8 criados, 4 estudiantes, 3 beneficiados y 1 artesano.
A mediados del siglo XIX la localidad se incluye en la provincia de Palencia, partido de Baltanás aunque sigue perteneciendo a la diócesis de Burgos. Dispone de 70 casas para una población de 364 habitantes considerados como 70 vecinos.
El censo de 1857 recoge la cifra de 425 personas de las que 214 son hombres y 206 mujeres, mientras que la estadística del Obispado de Burgos seis años más tarde reduce la población a 96 vecinos, 385 almas. Por su parte Becerro de Bengoa en 1874 indica la existencia de 465 habitantes, 96 casas y 85 cuevas.
En 1886 la localidad, con 415 habitantes, cuenta con 118 edificios entre los que se encuentran una escuela a la que asisten 25 niños y otra para niñas con igual número de alumnas.
Datos de 1894 señalan que dispone de 109 edificios de dos plantas y cuenta con una población de derecho de 382 personas.
La iglesia parroquial está dedicada a San Esteban. Se construye en el siglo XVI probablemente sobre una edificación románica anterior. Dispone de dos portadas, una del siglo XIII con arquivoltas apuntadas junto a la que se encuentra la torre de tres cuerpos, y la otra plateresca que carece de decoración.
En el interior consta de tres naves cubiertas con bóveda de crucería. Cuenta con un cristo gótico del siglo XIV, y varios retablos barrocos.
A medio kilómetro del casco urbano se encuentra la ermita de la Virgen de los Remedios, construcción popular de los siglos XVI-XVII, con puerta de acceso mediante arco de medio punto y una única nave en su interior.
Un poco más adelante, en una zona más elevada, se encuentra el barrio de bodegas.