Castillos de Palencia
Valdecañas de Cerrato
Panorámica de Valdecañas
 

A poco más de 4 kilómetros de Valdecañas de Cerrato, localidad perteneciente al municipio de Baltanás, se hallan los restos de una fortificación sobre un cerro aislado de escasa altura, conocido como El Castillo, al que rodean los arroyos de Ontanilla y el Castillo.

Ocupa la cumbre de la pequeña elevación, adaptándose a su forma irregular que tiene 100 metros de longitud máxima y 30 metros en su parte más ancha, y una superficie de 0,20 hectáreas. Le rodea una muralla de piedra sin tallar, todavía visible en gran parte del perímetro, con un espesor de 1,80 metros y una altura máxima de 1,20. En su interior se aprecian restos de una torre situada en la zona más ancha, de la que se conservan 2,5 de altura. La profusión de piedras desprendidas hace difícil calcular la longitud de los lados que se han estimado de 15 y 10 metros. De esta torre partía un muro que dividía el recinto principal en dos partes. Un pozo o aljibe documentado en la prospección realizada en 1993 se localiza a 5 metros al Noreste del torreón, cubierto de vegetación.

Panorámica del cerro

En sus cercanías se emplazaba "Villo­vayo", despoblado ya en 1516 del que únicamente quedan restos de la ermita de Santa Ana. En el paraje conocido como Roblecinto, también existen vestigios de otra fortificación que debió ser similar a la indicada anteriormente.

Valdecañas de Cerrato, al igual que otras localidades de la zona, es repoblada a raíz de la reconquista de estos lugares en el último tercio del siglo IX. En 1074 aparece entre los núcleos de población incluidos en la jurisdicción del fuero de Palenzuela otorgado por Alfonso VI.

En 1352 se la conoce como "Valdecañas de Suso" y es lugar de behetría de Juan Rodríguez de Sandoval, teniendo como señores naturales a los Lara, Vizcaya y Valverde. El Rey cobra la mitad de los 495,33 maravedís a que asciende la martiniega, además de servicios y monedas, aunque no fonsadera. También cada casa paga en marzo 16 dineros, que al igual que otras localidades, se tributa a la villa de Palenzuela. Asimismo al Adelantado le dan 18 maravedís y 24 al Merino del rey.

Por su parte el señor recibe la otra mitad de la martiniega y yantar. Además, por infurción cuatro celemines de cebada y tres de trigo, así como media cántara de mosto y un sueldo viejo. Los Lara y los Vizcaya reciben como deviseros 6 maravedís, y el resto 4.

Muro junto a la torre

Como consecuencia de la guerra que enfrenta a Alfonso V de Portugal partidario de "La Beltraneja", con los Reyes Católicos, en 1475 Isabel la Católica impone una con­tribución a la merindad de Cerrato, corres­pondiendo pagar a Valdecañas la cantidad de 6.864 maravedís.

A primeros del siglo XVI figura entre los bienes aportados por Teresa Sarmiento en su matrimonio con Pedro Acuña "El viejo", segundo señor de Villaviudas. En 1526 la población con 288 vecinos pecheros, está incluida en el partido de Palenzuela, provincia de Valladolid.

Según datos eclesiásticos de 1588 la localidad, que depende del Arciprestazgo de Palenzuela y del obispado de Burgos, cuenta con 95 vecinos, aunque el Censo de Castilla de 1591 da la cifra de 124 vecinos de los que 120 son pecheros y 4 religiosos.

El censo de 1631 refleja una población de 90 vecinos, 330 personas, así como la existencia de 60 cabezas de ganado mayor y 2.000 de ganado menor, con reparto de 50 fanegas de sal anuales. En pocos años el número de vecinos desciende hasta los 24 que se citan en 1646, y que aún bajan en 1712 a 14 pecheros y una mujer pobre de solemnidad.

Panorámica aérea

Con el nombre de "Baldecañas de Arriba" aparece en 1752 en el Catastro de Ensenada. Es villa de señorío por el que están en pleitos la Duquesa de Alba y el Conde de Benavente. Por el Real Consejo se encarga a este último la administración de la villa, por lo que recibe anualmente en concepto de alcabalas dos cántaras de miel y trescientos maravedíes. Consta la población de 66 vecinos y cuenta con 86 casas habitables y 3 arruinadas.

La villa pertenece en 1768 a la provincia de Valladolid y al obispado de Burgos. El número de habitantes asciende a 370, agru­pados en 98 familias y considerados como 80 vecinos, entre los que hay 3 personas del real servicio y una de la Inquisición.

La religiosidad de la época se manifiesta en las 6 cofradías que existen en Valdecañas en 1773, dedicadas al Santísimo Sacramento, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora del Campo, Santa Vera Cruz, San Nicolás y Ánimas Benditas.

En 1783 la población se ve reducida de 110 a 30 vecinos como consecuencia de una epidemia producida por las aguas estancadas después de inundarse dos arroyos que bañan la localidad. Cuatro años después, aparece como "Val de Cañas", con categoría de villa, incluida en la provincia de Valladolid, partido judicial de Palenzuela, bajo la autoridad de un alcalde pedáneo. Cuenta con 414 habitantes, que se reparten por ocupaciones en 56 jornaleros, 33 labradores, 8 criados, 2 artesanos, 2 curas, 1 sacristán, 1 fraile de la Orden tercera del patrimonio y 1 familiar de la inquisición.

Nuestra Señora del Campo

Durante la Guerra de la Independencia sirve de refugio de los guerrilleros que hostigan los convoyes franceses que recorren el Camino Real en el tramo entre Valladolid y Burgos.

Aparece ya en la provincia de Palencia en 1828, en el partido de Campos, aunque ecle­siásticamente sigue perteneciendo el arzo­bispado de Burgos, con una población de 226 habitantes, considerados como 80 vecinos.

En 1834 figura la localidad incluida en el partido judicial de Baltanás y a mediados de siglo cuenta con 48 casas de mala cons­trucción y una escuela a la que asisten 20 niños. El número de habitantes es de 235 que son considerados como 45 vecinos.

Se contabilizan varios censos de población a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, así el de 1857 refleja la existencia de 312 habitantes, con 148 varones y 164 mujeres, los de 1863 y 1872 indican 312 y 360 almas respectivamente, Becerro de Bengoa en 1874 da el dato de 395 habitantes y dispone la población de 87 casas y 73 bodegas, mientras que en el censo de 1877 figuran 383 habitantes, 191 hombres y 192 mujeres.

En 1886 se señala la existencia en la villa de 389 habitantes y 104 edificios. Por su parte en 1894 cuenta con 177 edificios, mayoritariamente de dos pisos (115), con 5 de un piso, 3 de tres pisos o más y 38 considerados como albergues, para una población de 839 habitantes de hecho y 801 de derecho.

Escudo en casa cural

La localidad pasa a denominarse "Val­decañas de Cerrato" en 1920 y mediante decreto del Ministerio de la Gobernación del año 1974 el municipio desaparece y se incorpora al de Baltanás, localidad de la que dista 9 kilómetros.

En la población destaca la iglesia de San Nicolás de Bari, del siglo XVI aunque muy reformada en 1780, y la ermita de Nuestra Señora del Campo, situada a las afueras de la localidad, junto a la cual existe una necrópolis con varias tumbas del siglo XI.

Dentro del casco urbano se puede encontrar la Casa del Cordón, denominada así por el cordón de San Francisco que luce en su fachada, y la antigua casa cural destinada al sacerdote en cuya fachada se encuentra un escudo de la Virgen del Carmen fechado en 1738 así como esculturas de San Antonio y Santa Bárbara.