Castillos de Palencia
Carrión de los Condes. Historia
Ayuntamiento

Está situada en el centro de la provincia, en una elevación del terreno a orillas del río Carrión, del que toma el nombre. Fue asentamiento celtíbero, según los hallazgos arqueológicos encontrados; en época romana se corresponde con la población de Lacóbriga que estuvo implicada en las guerras ser­torianas. Tras un periodo de abandono resurge de nuevo entre los siglos IX y X como consecuencia del proceso repoblador.

Conocida en estos años como Santa María de Carrión, es cabeza del condado de los Bani Gómez quienes también son señores de la villa de Saldaña durante mucho tiempo. En 995 ambas localidades son destruidas y saqueadas por Almanzor como castigo por la ruptura de los pactos que el conde García Gómez ha hecho con los musulmanes.

Al conde Gómez Díaz y su mujer Teresa Peláez se debe el puente medieval sobre el río para facilitar el paso de peregrinos y mercaderes. También favorecen al monasterio de San Zoilo en el que en 1076 Teresa, ya viuda, introduce a los monjes cluniacenses.

Sede de concilios y residencia de reyes, Alfonso VIII la otorgó importantes distinciones y celebró Cortes en 1188 y 1193. Desde el último cuarto del siglo XII hasta la mitad del XIII la tenencia de la localidad estuvo en manos de la familia Girón.

Monasterio de S. Zoilo

A mediados del siglo XIV la villa cuenta con 12 iglesias. Un siglo más tarde figura como titular de la misma la reina salvo el barrio de San Zoilo que pertenece al monasterio.

En 1474 Enrique IV acude a la villa para apaciguar la situación provocada entre el conde de Benavente, que dos años antes había ocupado la localidad e iniciado la cons­trucción de una fortaleza en la villa, y Pedro Manrique, tenente de la misma, que la sitia ayudado por sus tíos los condes de Castañeda y Osorno, así como por el Marqués de Santillana y varios condes y familiares suyos. Finalmente Carrión se mantiene en el realengo y se acuerda la demolición del castillo y la reedificación de las murallas.

Durante la Guerra de las Comunidades parte de la población se levanta a favor de los comuneros con la visita del Obispo Acuña en enero de 1521, posteriormente el 18 de marzo la villa es ocupada pacíficamente por un ejército de la comunidad, aunque una semana después es el ejército realista el que también entra pacíficamente. Al igual que otras localidades de la zona contribuye aportando trigo para las tropas que resisten en Logroño la entrada del ejército francés.

Iglesia de Santiago

En 1528 se confecciona el Censo de Pecheros, y aunque la localidad se negó a presentar los padrones, se estima la cantidad de 1.100 vecinos pecheros.

El concejo en 1564 compra al monasterio de San Zoilo la jurisdicción del barrio de San Zoles que hasta entonces era señorío del abad y tenía fueros propios.

Según datos eclesiásticos de 1589 la villa cuenta con 956 almas que se reparten entre las 11 parroquias con que cuenta. Dos años más tarde se censan oficialmente 724 ve­cinos, de los que 639 son pecheros, 42 hidalgos, 32 del clero secular y 11 del clero regular.

El número de habitantes en 1631 asciende a 2.975 personas, 725 vecinos. Además cuenta con 137 cabezas de ganado mayor y 5.912 de ganado menor.

Los datos del Catastro de Ensenada de 1750 indican que el número de vecinos asciende a 506, además de 66 viudas y 8 solteras, y el casco urbano lo forman 575 casas, todas habitables ya que no existe ninguna arruinada.

Un nuevo censo, en este caso de 1768, reseña la existencia de 2.921 habitantes, de los que 1.400 son hombres y 1.521 mujeres. Por esa fecha la villa está incluida en la provincia de Toro y cuenta con 23 cofradías.

Ntra. Sra. de Belén

En 1787 cuenta con una población de 3.238 habitantes, 1.623 hombres y 1.615 mujeres, en los que se incluyen los 130 varones y 61 mujeres que pertenecen a las comunidades religiosas, 4 conventos de frailes y 2 de monjas.

Durante la Guerra de la Independencia el mariscal Soult esta acantonado en la localidad. En 1828 se señala la existencia de 860 vecinos, 3.007 habitantes, se mantienen 3 conventos de frailes y 2 de monjas, y hay 1 hospital de enfermos y 3 de peregrinos.

A mediados del siglo XIX los 3.132 habitantes, considerados como 602 vecinos, residen en 600 casas que forman la población y se agrupan en torno a 20 calles y otras tantas callejuelas. La reina regente María Cristina le concede el título de ciudad en 1894.