Castillos de Palencia
Colmenares de Ojeda
Restos de la torre

Localidad perteneciente al municipio de Dehesa de Montejo, situada en un bello paraje, en las cercanías del camino real que comunicaba la montaña con Tierra de Campos. En el siglo XII es solar del conde Rodrigo Gustio. Más tarde pertenece a los señores de Cervera de Pisuerga, los condes de Siruela, rama desgajada del tronco familiar de los Fernández de Velasco.

A mediados del siglo XIV figura como lugar de behetría, siendo vasallos de Juan Rodríguez de Cisneros y teniendo por naturales a Fernando García Duque y a sus hijos. En esa época pagan anualmente al rey moneda y servicios, no así yantar, martiniega ni fonsadera. También cada vasallo abona anualmente en concepto de infurción una fanega de cebada a los señores.

La localidad aparece en el Censo de 1528 formando parte de la demarcación del Condado de Pernía y Tierra de Castrejón, con 22 vecinos pecheros. La iglesia de Colmenares pertenece al obispado de León, arciprestazgo de Cervera de Pisuerga, con 16 vecinos en 1587.

Poca información aporta el censo de 1712, en el que la localidad es uno de los 38 lugares incluidos en la jurisdicción de Cervera de Pisuerga.

Recinto exterior y torre

En las Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada confeccionado en 1752, aparece como lugar de señorío del Conde de Siruela aunque no pagan nada en concepto de reconocimiento de señorío. La población está formada por 31 vecinos y medio, al computarse dos viudas como un vecino, mientras que el caso urbano lo integran 38 casas habitables además de una arruinada. Como bienes propios del común cuentan con la casa del Ayuntamiento y la fragua, así como varias tierras de diversa calidad con una superficie de 2,5 fanegas de regadío y 14,5 de secano, además de varios prados de regadío de los que recogen 12 carros de yerba.

Los gastos anuales ascienden a 1.429 reales, entre los que se incluyen diversas limosnas, arreglos en la fragua y obras en la ermita, presa de riego, puentes y caminos, así como los salarios del guarda del campo, cirujano, escribano y contadores, defensa en pleitos y 77 reales por behetría a Su Majestad.

Además de la actividad agrícola y ganadera 11 vecinos producen uno o dos carros de carbón de herrero de las cepas de vid, valorando en 24 reales de vellón cada uno de los 16 carros de carbón que elaboran. También hay dos tejedores de lienzos, un maestro sastre, un pastor de ganado merino, otro de ganado lanar así como un jornalero. El número de colmenas que declaran asciende a 144, que pertenecen a 11 vecinos, siendo Juan Calle el que tiene mayor cantidad con 44.

Iglesia de San Fructuoso Mártir

Pocos años después, en 1768, el número de habitantes asciende a 158, de los que 75 son varones y 83 hembras. Dos hombres menos presenta el censo de Floridablanca, confeccionado en 1787, en el que Colmenares figura como lugar de señorío secular del Conde de Siruela, en el partido de La Montaña, jurisdicción de Cervera de Pisuerga, provincia de Palencia y obispado de León.

Por ocupaciones hay 16 labradores, 10 criados, 7 jornaleros y 6 artesanos, además de un cura, un beneficiado, un sacristán y un dependiente de la inquisición.

Cuenta en 1828 con 121 habitantes, contabilizados como 32 vecinos, que según los datos oficiales de 1843 se reducen a 28. Pascual Madoz informa en 1850 que la población la forman 18 vecinos, 94 almas.

En 1874 Colmenares tiene 34 casas y junto con el lugar de Vado está agregado al ayuntamiento de Dehesa de Montejo, con una población conjunta de 676 habitantes.

Según los datos recogidos en 1882 por Pablo Riera y Sans el casco urbano está formado por 37 casas y 140 habitantes, mientras que la diócesis de León indica para ese mismo año la existencia de 240 almas atendidas por un cura de entrada.

Estado de la torre entre 1960-1970

La imagen en blanco y negro de la derecha, tomada entre los años 1960 y 1970, muestra el estado que presentaba la torre en aquella época.

Sobre una pequeña elevación, junto al río Burejo, se encuentran los escasos restos de una torre fuerte, que por sus características podría asemejarse a la de Villanueva de la Torre. Su construcción puede fecharse en los siglos XIV-XV y con una función más representativa del poder de su propietario que militar.

Se conservan parcialmente los muros Sur y Oeste, con una longitud de 4,60 y 4,30 metros, respectivamente, una anchura de 1,30 y una altura máxima de 5 metros. Construido con sillarejo, colocado en forma de espina de pez en algunas partes, cuenta con refuerzos de sillería blanca en las esquinas.

Al Este de la fortificación se encuentra un muro de mampostería de 2 metros de altura, que pudiera corresponder a un recinto exterior, con una pequeña torre adosada a la esquina de 2,00 por 2,70 metros.

Pila bautismal

Hasta el año 1996, en que fueron derribados ante la amenaza de ruina, los restos de este esquinazo conservaban poco más de 19 metros de alto, en los que se notaba un recrecimiento en la parte más alta de la torre. En su interior se apreciaban dos pisos que, debido a su altura, probablemente estuvieran subdivididos.

También se advertían varias aspilleras y ventanas en los pisos superiores, así como que el grosor de los muros había disminuido con respecto a los 1,30 metros de la base.

Destaca, elevada sobre la población, la monumental iglesia parroquial de estilo gótico dedicada a San Fructuoso Mártir, construida en el siglo XVI. En su interior conserva una de las más bellas pilas bautismales de la provincia, de estilo románico, adorna su copa con tallas de personajes humanos. Además, el casco urbano cuenta con varias casas blasonadas del siglo XVII.