Castillos de Palencia
Guaza de Campos

En el año 963 ya se menciona la localidad de Guaza en la donación que Ferdinandus Avol Haceves hace de unas posesiones que tenía en esta villa al cercano monasterio de Sahagún.

Perteneciente a la Orden de Santiago desde 1199. A mediados del siglo XIV aparece con el nombre de “Huaza” en el Becerro de las Behetrías como señorío del maestre de Santiago. Pagan al Rey servicios y monedas, pero no por fonsadera. Al señor le pagan 360 maravedís por martiniega, y 4 celemines de cebada por cada fumo (hogar).

Ermita del Sto.Cristo de Acebes

Posteriormente pasa este maestrazgo a los Reyes Católicos.

La población de Guaza en 1456 con 358 vecinos se considerada media alta. Contribuía con 12.750 maravedís en concepto de pedido y monedas.

Según los datos de las alcabalas de la Merindad de Campos correspondientes al año 1514, a Guaza le correspondían pagar 115.500 maravedís.

Durante la Guerra de las Comunidades, simpatizó con la causa comunera, pero ante el empuje de las tropas imperiales y en evitación de males mayores, suministró víveres al ejército del Condestable días antes de la batalla de Villalar, lo que no la libró de tener que pagar 150 ducados de oro como contribución de guerra. Poco después, en 1528, los 292 vecinos pecheros tuvieron que hacer frente a 57.690 maravedís en concepto de servicio.

Carlos V, gracias a la bula de 1529 de Clemente VII que permite al emperador enajenar bienes de las Ordenes Militares, vende en 1543 las villas de Baltanás y Guaza de Campos a Pedro de Zúñiga, marqués de Aguilafuente, por una suma total de 16.943.252 maravedís.

En la última década del siglo XVI contaba la localidad con 358 vecinos pecheros, mientras que en 1589 en documentos del obispado de Palencia figura en el Arciprestazgo de Paredes en Campos, con dos iglesias y 314 vecinos parroquianos. Dos años después formaban la población 358 vecinos, de los que 349 eran pecheros, 4 hidalgos y 5 pertenecían al clero secular.

Iglesia parroquial

El catastro del año 1752 presenta la localidad como señorío del marqués de Aguilafuente, con un vecindario formado por 176 vecinos, entre los que se incluyen 28 viudas contadas cada dos como un vecino, y 96 eclesiásticos, además de 2 beneficiaros de San Pedro de Acebes que estaban ausentes. El casco urbano lo formaban 188 casas habitables, 3 inhabitables y tres solares.

Figura como villa de señorío secular en 1785, perteneciente al partido de Campos, con alcalde ordinario que es confirmado por el duque de Abrantes a propuesta del pueblo.

Al igual que otras localidades, la Guerra de la Independencia le supuso un gran perjuicio económico por las contribuciones a que fue sometida.

A mediados del siglo XIX pertenece al partido judicial de Frechilla. La población está formada por 130 vecinos, 676 almas, con 120 casas de un solo piso. En 1877 la población de derecho asciende a 552 personas, 270 hombres y 282 mujeres.

Hasta hace poco tiempo se conservaban restos de la muralla que rodeaba la población desde tiempo inmemorial. En el momento de la venta de la villa al marqués de Aguilafuente se tasó esta en 129.500 maravedís. Años más tarde, en las ordenanzas de 1565, se estipulan penas de 600 maravedís para el que cavase o rompiese la cerca. Igualmente se estipulaba que los vecinos que tuviesen su casa arrimadas a la muralla corrían con el mantenimiento de la misma, salvo que la reparación no fuese por su culpa y por cantidad muy elevada, que únicamente pagaría una cuarta parte.

Desaparecida puerta de Sta. Ana

Estaba formada por anchos muros construidos de tapial en los que se abrían varias puertas. A principios de agosto de 1999 se derribó la última puerta que se conservaba, la de Santa Ana, situada al Noroeste de la población, en la confluencia de la calle Mayor y la de Camino.

También se sabe de la existencia de la puerta del Postigo, que se situaba al lado de la fuente de la villa.

La iglesia parroquial es de finales del siglo XVIII, de estilo neoclásico, sustituyó a la anterior, básicamente de tapial, que se hundió en 1779. Cerca del pueblo se encuentra la ermita del siglo XVI del Santo Cristo de Acebes, de origen mozárabe.