Castillos de Palencia
Boada de Campos
Iglesia de San Pedro

Al igual que otras villas de la Comarca de Campos, Boada de Campos estuvo rodeada de una cerca de la que no queda ningún resto, aunque su trazado en forma de ovalo irregular se puede deducir desde una imagen aérea de la localidad.

Esta muralla se levantó englobando el núcleo de población ya existente y dejando suficiente espacio en su interior para el crecimiento del caserío. Atravesaba el caso urbano una calle irregular con dirección Norte-Sur en torno a la que se había ido aglutinando las casas y se prolongaba hasta las dos puertas principales de la cerca, al Norte la que pone la villa en comunicación con las localidades de Capillas y Villarramiel, mientras que al Sur, situada junto a la iglesia, la que comunica con Villerías y Ampudia. También se abría otro acceso al Oeste en dirección a Castil de Vela y otros dos al Este y Sureste.

Tras un periodo inicial en el que la población se amplía hacia el Oeste, su crecimiento se detiene sin que se llegue a ocupar toda la superficie del recinto amurallado.

Es posible que en la pequeña elevación donde ahora se asientan las ruinas de la ermita de la Virgen del Castillo existiera una torre o pequeña fortificación.

La localidad se encuentra mencionada en el año 916 en el testamento de Ordoño II y en el 955 en el de Ordoño III.

Iglesia de San Pedro

Aparece a mediados del siglo XIV en el Becerro de las Behetrías incluida en el obispado de León, como lugar de la mesa de Santa María de la Regla de León. Pagan al Rey servicios, monedas y fonsaderas, mientras que al señor le pagan 633,33 maravedís, de los que el obispo se lleva 200 y 433,33 al cabildo.

También dan al obispo el diezmo infun­dado, 5 dineros por fumadga y yantar cuando acude a la localidad. Además de una serna al año que paga 14 sueldos el que tiene varios bueyes, 7 sueldos el que tiene uno, y el que no tiene ganado 5 dineros.

En 1514 Boada paga en concepto de alcabalas 60.700 maravedís, una décima parte de lo que paga la ciudad de Palencia.

Aparece censada en 1528 con 87 vecinos pecheros, mientras que según datos del obispado de León en 1587 cuenta con 38 vecinos.

Dos años después la villa pertenece a Baltasar Lomelín que pretende su venta a Gerónimo López Mella, por lo que Boada ejerce el derecho de tanteo y adquiere su propia jurisdicción.

Según los datos del censo de 1591 la población tiene 90 vecinos, de los que 88 son pecheros y 2 pertenecen al clero secular. No hay ningún hidalgo.

Museo de la Laguna de Boada

En 1631 solicitan únicamente 20 fanegas de sal para el consumo del año, aunque tiene un contrato para el suministro anual de 56 fanegas.

Datos del censo de Campoflorido en 1712 indican un vecindario de 56 vecinos, 3 viudas y 13 pobres. Además hay 2 mendicantes que no se consideran vecinos.

A mediados del siglo XVIII se confecciona el conocido como Catastro de Ensenada que recoge una población compuesta por 79 vecinos, con 84 casas y el solar de otras 2. La localidad tiene como propio una casa que sirve de fragua, así como un cuarto con su soportal, que se utilizan el primero para pesar la carne, mientras que bajo el soportal se celebran los concejos. Tiene también diferentes pedazos de tierras, tierras y dos prados.

Dispone de una taberna que tiene arrendada un vecino de Capillas, una abacería y 4 panaderos, aunque no tiene mesón ni carnicería. También hay un hospital para la atención de pobres y cura de enfermos, que para su mantenimiento obtiene 1.400 reales de vellón producto de diversos bienes que posee.

Atiende a la villa el médico de Villarramiel, aparte de cirujano, escribano, cura y beneficiado. Además de agricultores y ganaderos hay 6 “traginantes” (tratantes) de alubias, limones, avellanas y otras minucias, otros 4 tratantes de huevos y palominos; albañil que también ejerce de sacristán, hortelano, herrero, sastre, zapatero, 7 pastores de ganado lanar y otro de ganado mayor, 10 jornaleros y 4 pobres de solemnidad.

Restos de la ermita de la Virgen del Castillo

En 1768 se censan 273 personas, de las que 153 son mujeres y 120 hombres. Llama la atención el número de 118 niños de hasta los 10 años, lo que representa el 43% de la población.

Se conoce la existencia de 7 cofradías en la localidad en 1771, denominadas del Santí­simo Sacramento, Ánimas, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora del Castillo, del Nombre de Jesús, de la Cruz y de San Sebastián.

Con 265 habitantes, 121 hombres y 144 mujeres, aparece en el censo de 1787, en el que por ocupaciones hay 37 jornaleros, 28 labradores, 8 criados, 1 escribano, 1 estudiante, 1 cura y 1 sacristán. También se indica la existencia del hospital de San Pedro, aunque sin nadie que lo atienda.

En 1828 se la menciona como “Bohada”, con 253 habitantes, considerados como 65 vecinos, población que a mediados de siglo ha disminuido a 234 habitantes, 45 vecinos, y tiene un casco urbano formado por 60 casas con fábrica de tapial y algunas de dos pisos, con calles irregulares e intransitables en invierno al no estar empedradas. Cuenta con Casa municipal, cárcel en mal estado, escuela de primeras letras, iglesia y ermita junto a la que se levanta el cementerio.

Laguna de Boada en junio

Becerro de Bengoa en 1874 señala la existencia de 208 habitantes y 59 casas, aunque el censo oficial del 1877 indica una población de derecho de 159 personas, de las que 87 son hombres y 72 mujeres, y en 1882 se mencionan 158 habitantes y 58 casas, o según datos del obispado de León 170 almas.

Como lugares de interés en la localidad se encuentra la iglesia de San Pedro de estilo gótico mudéjar. Es un edificio de tres naves, construido con ladrillo y tapial, con portada gótica del siglo XIII protegida por un pórtico junto al que se encuentra un sepulcro de mediados del XVII. En su interior se conservan además de restos del artesonado mudéjar, el retablo mayor del siglo XVI, También cuenta con varias capillas con retablos de los siglos XVI y XVIII, y una pila bautismal también del XVI,

La casa-museo de la Laguna de Boada es una antigua casa solariega rehabilitada en 2007 con el objetivo de divulgar y ofrecer exposiciones sobre los valores de los humedales.

Por su parte, la Laguna se encuentra a un kilómetro de la localidad y aunque está prohibido el acceso a las orillas del humedal, se dispone de un observatorio de aves cercano al que hay que acceder andando.