Castillos de Palencia
Las Cabañas de Castilla

El castillo se encuentra en un llano, algo apartado de la población, y está formado por una torre rodeada de un recinto de planta cuadrada. Su construcción se realiza en el siglo XV, probablemente mandado levantar por Gonzalo Muñoz de Castañeda.

Según los estudios de Edward Cooper su constructor pudo ser Fernán Gómez de Marañón, maestro de obras en el Alcázar de Almería, así como del castillo de Peñafiel y el de Fuentes de Valdepero, con los que presenta grandes semejanzas, además de coincidir gran parte de las marcas de cantero existentes.

Castillo

La torre, de planta cuadrada de 16 metros de lado, está construida con piedra sillar y consta de dos cuerpos, con un pequeño talud en la parte inferior. Cuenta con cuatro garitones en las esquinas que arrancan del inicio del cuerpo superior, en el que también aparecen en el centro de cada una de sus caras el escudo de armas de los Castañeda, quedando en la fachada Oeste únicamente el hueco del mismo.

Originariamente tuvo cuatro plantas, separadas por forjados de madera en los que se cambia la orientación de las vigas de un piso a otro. La comunicación entre pisos se realizaba por medio de escaleras de mano. La última planta cuenta con una bóveda de cañón apuntado con arcos fajones.

La fachada Norte muestra una pequeña ventana enrejada a la altura del primer piso. Igualmente tanto la Oeste en el tercer piso, como la Sur en el segundo. presentan una ventana con reja muy similares. También existen unos balcones de construcción más recientes en el frente Sur en el primer piso y en el Este a la altura del segundo.

La entrada a la torre se realiza por la planta baja, en la que se encuentra un pozo. Los muros, de 3,5 metros de espesor, están formados por tapial recubierto de sillería, disminuyendo su grosor en los pisos superiores.

Ventana enrejada

El recinto que rodea al castillo, también de planta cuadrada y 37 metros de lado, carece de torres y de almenas, y a él se adosaban las dependencias domésticas. Esta construido con sillarejo, algo reforzado en las esquinas con sillería. Presenta gran cantidad de saeteras en todos sus frentes organizándose en dos niveles de altura. La puerta, situada en la cara Este, tiene un arco apuntado por dovelas. En la cara opuesta cuenta con un pequeño portillo que se encuentra cegado.

La localidad aparece en el siglo XII en la documentación de Alfonso VIII con el nombre de "Cabannis", y como "Las Cabannas" a mediados del siglo XIV, donde figura como lugar solariego de Juan Rodríguez de Sandoval, Juan Rodríguez de Porres, Diego Ordóñez de Castrejón y Ruy Díaz, hijo de Juan Díaz de Abánades.

La infurción, que pagan anualmente por San Martín, consiste en un pago en dinero, en especie y mediante prestación personal, que está en función del número de bueyes que posee cada vasallo y de quien es su señor. También pagan al rey servicios y monedas.

El Rey Juan II de Castilla otorga en 1426 a Diego Gómez de Sandoval el Condado de Castro, en el que se incluye el señorío de varias localidades entre las que se encuentran Osorno y Las Cabañas.

Castillo

Un siglo más tarde "Cauañas" consta de 40 vecinos pecheros que pagan 3.220 maravedís en concepto de servicios.

En 1589 figura con 65 feligreses incluida en el arciprestazgo de Abia, mientras que dos años más tarde se censan en la población 72 vecinos, repartidos entre 68 pecheros, un hidalgo y tres del clero secular.

Con 38 vecinos, 160 personas, aparece en el censo de la Sal confeccionado en 1631, mientras que en 1712 el vecindario está formado por 16 vecinos, 3 viudas contadas como medio vecino cada una y 3 pobres. Además de 3 hidalgos que no forman parte del vecindario.

A mediados del siglo XVIII la villa es de señorío del marqués de Villatorre, con una población de 51,5 vecinos, entre los que se incluyen 7 viudas consideradas como 3,5 vecinos. El caserío lo forman 105 casas habitables, además de 2 inhabitables y 10 arruinadas de las que sólo queda el solar.

Según los datos del Censo de Aranda, confeccionado en 1768, se contabilizan 214 habitantes. Hay 11 personas exentas del pago de tributos por ser hidalgos (8), pertenecer al Real Servicio (2) o a la Real Hacienda (1). La iglesia de Santa María esta atendida por 3 beneficiados 1 sacristán y 1 monaguillo.

Iglesia parroquial

Pocos años después, en 1787, la villa está incluida en el partido de las Nueve Villas y es señorío de la Marquesa de Villatorre y Vizcondesa de Cabañas, aunque en el Censo de Floridablanca aparece como señorío de la Vizcondesa de Villatorre. La población está formada por 190 habitantes, 103 varones y 87 mujeres. Por ocupaciones hay 17 jornaleros, 15 labradores, 4 fabricantes, 3 hidalgos, 2 estudiantes y 2 artesanos. Asimismo, hay un criado, un beneficiado, un teniente de cura y un sacristán. El resto carecen de profesión específica o son menores de edad.

En 1828 la localidad se incluye en el partido de Carrión, con alcalde mayor y alcalde ordinario, y una población de 51 vecinos, 203 habitantes.

A mediados del siglo XIX el casco urbano está formado por 54 casas, en general construidas de adobe, de una sola planta, "distribuidas en 2 buenas calles y varias callejuelas". Además, hay casa para el Ayuntamiento, escuela, pósito y la iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Purificación. La población asciende a 42 vecinos, 218 almas, dedicados exclusivamente a la agricultura.

Becerro de Bengoa indica en 1874 la existencia de 76 casas y 47 cuevas (bodegas), con una población de 309 habitantes, cantidad que tres años más tarde aumenta a 317, repartida entre 144 hombres y 173 mujeres.

Panorámica

Un paseo por la localidad nos muestra el típico pueblo castellano, en el que su iglesia destaca entre las construcciones de adobe, bien sean estas las casas o los palomares situados a las afueras de la población.

Cerca de la localidad discurren las aguas del Canal de Castilla, uno de los sueños de la Ilustración, en el siglo XVIII.